Puede completar usted la frase porque tiene su aquel que estos bancos le giren la cara al mar. ¡Con estas vistas! Los jardines de Piquío tienen su encanto pero…
El casino y la torre del Rhin dialogan
Dos estilos diferentes. El cubismo de la torre del Rhin y el neoclasicismo del Gran Casino del Sardinero. El asfalto, los tamarindos y el mar de fondo. Mouro. Todo parece que encaja.
Los futuros socorristas se entrenan en el Sardinero
A las 8,30 de la mañana ya están haciendo prácticas en la primera del Sardinero. Piragua, tabla de surf, nado… Cogen fondo y aprenden trucos para vencer al mar cuando éste se pone peligroso y hay que entrar a salvar a algún bañista imprudente. Gonzalo, el de la camiseta negra, es el profesor de todos esos chavales, que en nada, serán socorristas. La Escuela Municipal de Salvamento es la encargada de la instrucción desde los años 80. Por cierto, el fin de semana del 6 y 7 de julio en la playa del Ris, en Noja, se celebra el Campeonato de España y algunos de ellos participan. ¿Les vamos a animar o qué?
Un mar de oro
Muchos nadarán hoy en este mar del Sardinero. Saltarán las olas, las pasarán buceando, jugarán con ellas. Ahora es como pegarse un baño de oro.
¡Bolo vaaaaaaa!
Estos dos chavales estaban este mediodía echando unos bolos en la bolera de Oruña. Magnífica actividad para llamar al hambre antes de sentarse a la mesa.
De siega en la Magdalena
Ahí lo tienen, encaramado en las rocas de la antigua jaula de los leones de la península de la Magdalena. Segadora en mano. El dalle ya pasó a mejor vida. Al fondo, las carabelas de Vital Alsar miran el mar con envidia.
Ya está entrando chicharrillo a la bahía
Un caldero de chicharrillos se llevaban esta mañana unos pescadores que estaban lazando las cañas a la altura de los raqueros. Así que ya están en la bahía. ¡Qué ricos para hacerlos fritos y con cebolla, en escabeche o comerlos fríos en ensalada!
Los aviones clásicos de Parayas
Dos aeroplanos de leyenda dan la bienvenida a todos los que llegan en coche al aeropuerto de Santander. El de la izquierda, del ejército del aire, está posado en el lugar en que se elevó por primera vez en 1954.
La quietud de un amanecer
Sale el sol en la bahía. La marea está bajando y las barcas amarradas junto al Marítimo se desperezan. Como Santander, que a estas horas reposa en quietud.
Echando el ojo a la punta del Dichoso
Estos dos paisanos estaban hoy bien temprano disfrutando de las vistas que tiene el barrio de la Iglesia en Cuchía. El mar apenas rompía pero cuando se pone bravío es un magnífico lugar para ver cómo las olas golpean en la punta del Dichoso de Suances.
