En Cantabria tenemos joyas escondidas bien cerca de casa. Una de ellas es el Museo Etnográfico, situado en Camargo, en una finca, en la que nació Pedro Velarde, bien cuidada y rodeada de árboles autóctonos. Se respira paz y mucha tranquilidad en el recinto. Es un lugar estupendo para viajar en el tiempo y bucear en nuestro pasado. Pararnos a pensar por un rato en cómo vivían nuestros antepasados y dar gracias a que el progreso haya mejorado tantísimo la calidad de vida de los cántabros.
En su interior están expuestos más de 1.500 objetos sobre todo de los siglos XVIII y XIX, algunos también recientes, que muestran cómo se labraba, cazaba, se cuidaba a los animales, se trabajaba la madera y se vivía en aquellos tiempos. “Es una muestra muy representativa de lo que fue la comunidad rural de cantabria. Caminando por las estancias del museo nos damos cuenta de lo duro que era trabajar y vivir en aquellas condiciones, queda muy lejos de lo bucólico que podemos imaginar hoy en día. Con lo más rudimentario se vivía”, nos cuenta, Amparo López Ortiz, directora del museo. Hay objetos de todas las zonas de Cantabria, de los Vallos Pasiegos, de Campoo, de Carmona…
La entrada es gratuita. El horario abierto al público de martes a domingo de 10 a 14 horas y de 16 a 19 horas. Las visitas son siempre guiadas así que aconsejamos llegar a las horas en punto.
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