monte buciero
Bajada al faro del Caballo en el monte Buciero de Santoña
Muchas gracias a Eduardo Ortega por compartir.
Un paseuco por el monte Buciero en Santoña
Cinco rutas por Cantabria para bajar las comilonas navideñas
La Nochebuena y la Navidad ya es pasado. Habéis disfrutado con la familia y os habéis pegado unas buenas comilonas así que es un buen momento para coger la mochila, salir de caminata para bajar los excesos y, de paso, disfrutar de los paisajes de Cantabria. Muchos de los que nos leéis tenéis algunos días de vacaciones. Aprovechadlos. Os proponemos aquí cinco rutas estupendas y de poca dificultad que todos podemos hacer.
- Una vuelta por el monte Buciero, en Santoña. Hay una senda circular de unos 12 kilómetros que recorre todo el litoral del monte y en el que se pueden ver fuertes, baterías y polvorines defensivos, el faro del Caballo y el del Pescador, bosques de encinas, madroños y laureles, imponentes acantilados y unas preciosas vistas de Laredo y la playa de Berria. Aquí Turismo de Santoña cuenta cinco rutas alternativas con mapas y características para adentrarse en el monte.
- Subir al monte de Ibio, entre las cuentas del Besaya y el Saja. Dejamos el coche en el alto de San Cipriano, en el punto kilométrico 5 de la comarcal que une Riocorvo y Villanueva de la Peña. La ruta discurre a lo largo de algo más de 11 kilómetros que se hacen en poco más de tres horas. La senda de ascensión es ancha y las vistas a casi toda la provincia impresionantes. Desde el alto se ven desde los Picos de Europa hasta los montes vascos; desde Castro Valnera, Campoo y Peña Sagra hasta Peña Cabarga, Cerredo en Castro Urdiales y el mar.
- Acercarse a las cascadas de Lamiña, unas grandes desconocidas cerca de Ruente. Para llegar hasta ellas lo mejor es aparcar en Barcenillas. Después de dar una vuelta por el pueblo nos adentramos por una pista central paralela al río y después sólo hay que seguir los carteles indicadores. En la ruta caminamos entre prados y bosque de ribera, en el que abundan los avellanos, castaños y servales. Una gozada, vaya. En la zona hay corzos, ciervos, jabalíes y aves como el busardo ratonero, pinzones, petirrojos y hasta pájaros carpinteros. Id con los ojos bien abiertos por si os encontráis alguno. Es un gran plan para cualquier día porque es una ruta corta de apenas 9 kilómetros entre la ida y la vuelta. Aquí os dejamos un plano por si os animáis.
- Las ermitas del Monte Corona, con la costa de Comillas a sus pies. Nos acercamos hasta Rioturbio, pueblo situado en el interior del Parque Natural de Oyambre, a caballo entre la Ría de la Rabia y el Monte Corona, y aparcamos. Os proponemos una ruta de unos 15 kilómetros que se hace en algo más de cuatro horas. Es el recorrido más completo del monte que pasa por grandes robledales y las ermitas de San Antonio y San Esteban. Aquí está el plano y las características del paseo por gentileza del Ayuntamiento de Comillas.
- La Picota con sus baterías antiaéreas y sus vistas al abra del Pas. Aparcamos el coche en Mortera y nos dirigimos hacia la loma del monte Tolio y la Picota. Son apenas 9 kilómetros de camino. En la cima y las laderas altas del monte se encuentran búnkeres, trincheras antiaéreas, nidos de ametralladoras, depósitos de munición e incluso pequeñas cavidades empleadas como improvisadas viviendas y polvorines construidos durante la Guerra Civil. Historia y paisaje unidos porque si miramos hacia el mar nos damos de bruces con el parque de las dunas de Liencres, la desembocadura del Pas y, al fondo, los Picos de Europa. Uno de los lugares con mejores puestas de sol de todo Cantabria.
Gracias a Eduardo Fernández y a Antonio Ruiz por compartir con nosotros las fantásticas fotos del Monte Buciero y las cascadas de Lamiña.
Un paseuco por el monte Buciero
Uno de nuestros seguidores, Eduardo Fernández, nos ha enviado todas estas fotos de una excursión por el monte Buciero de Santoña. Muchas gracias por compartirlas con todos porque son preciosas. Hay una senda circular de unos 12 kilómetros que recorre todo el litoral del monte y en el que se pueden ver fuertes, baterías y polvorines defensivos, el faro del Caballo y el del Pescador, bosques de encinas, madroños y laureles, imponentes acantilados y unas preciosas vistas de Laredo y la playa de Berria. Dan ganas de coger ahora mismo la mochila y echarse al monte.