Vaya encanto que tienen las alquitaras lebaniegas de cobre y esa destilación gota a gota, lenta y reposada, de las que mana un orujo de primera, como Los Picos y su versión más moderna Justina de Liébana. Nada mejor para empezar una buena tertulia después de una comida o cena navideña entre amigos y familia.
El alma de la compañía ya la habéis visto en el video. Isabel García cuenta con pasión, y a pie de fábrica, todo el proceso de elaboración y es fiel reflejo de una saga de mujeres lebaniegas bien emprendedoras. Isabel ha tomado el testigo de su madre, Carmen Gómez, que fundó la fábrica en 1986 convirtiéndose en la pionera de la destilación de aguardientes de orujo con alquitara lebaniega. Pionera, curiosa y viajera porque Carmen, durante varios meses, recorrió destilerías suizas, británicas y francesas en busca de inspiración para empezar su negocio.
De aquella moderna Europa trajo la idea de montar una cooperativa que aunase a todos los pequeños productores de la zona que tenían dificultades para destilar porque la entrada de España en la Unión Europea prohibía la producción itinerante (la que se realizaba hasta entonces) y obligaba a establecerse en un lugar fijo con controles sanitarios y administrativos. Esa idea cooperativa inicial fracasó y finalmente creó una empresa privada bautizada como Orujo de Liébana S.A. (ORULISA). En Tama construyó una destilería con 24 alquitaras de cobre idénticas a las que se utilizaban en Liébana siglos atrás. Muchas destilerías gallegas copiaron el modelo de Carmen a la hora de iniciar sus negocios en la comunidad vecina.
Fue pionera también en el márketing. La etiqueta de orujo Los Picos fue diseñada por la pintora cántabra Gloria Torner. Arte y gastronomía se unían en un proyecto conjunto, muchos años antes del boom de las etiquetas ‘molonas’ que sufrimos hoy en día.
Y tras la destilación llegó la siembra de vides junto a la destilería, siguiendo la filosofía de conservar las tradiciones lebaniegas. El cultivo de la vid siempre tuvo importancia en la zona. Plantó dos hectáreas junto a la fábrica de Mencía y Jérez y adquirió dos pequeñas fincas en Pumareña de cepas antiguas. Del hollejo de esas uvas ORULISA destila su joya de la corona, el Orujo Especial Los Picos, presente en muchos de los restaurantes de Estrella Michelín de España.
Ya habéis visto en el video la gama de productos que tiene en el mercado: aguardiente de orujo, licor de orujo con miel, licor de orujo y té, licor del peregrino, licor de café, crema de orujo y crema de café, además del Orujo Especial Los Picos. Un poco de todo y para todos los gustos
La innovación sigue presente en la empresa. Con la entrada de Isabel en la gestión se creó una nueva marca, Justina de Liébana, de aire más moderno, de producción ecológica y enfocada a la exportación y al consumidor gourmet. Muy pocos productos cántabros tienen un diseño tan cuidado como Justina, lo que les ha llevado a protagonizar artículos y reportajes en las mejores revisas lifestyle y de alta gama españolas. Y hace un par de meses a ganar el Premio Excelencia a la Mujer Rural en el ámbito de la innovación otorgado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. “Quería personalizar la empresa, y comencé por poner en marcha mi proyecto personal dentro del negocio, crear una nueva marca, dar a luz a Justina de Liébana, un homenaje a mi abuela, a la que recuerdo con mucho cariño. Creamos un nuevo diseño, una nueva imagen, un nuevo packaging con guiños a esa mujer menuda, divertida y llena de refranes y frases ingeniosas. La mujer más eco-friendly que jamás conocí… ¡y sin ella saberlo!”, nos cuenta Isabel.
Junto a proveedores locales ha creado, además de los tradicionales aguardientes de orujo, licor de arándanos, licor de fresa, de limón, de miel, de frambuesa…
Isabel y toda su familia son gente de empeño que hacen grande a Cantabria. Que llevan sus productos fuera de nuestras fronteras. Embajadores de lo bien hecho. Larga vida a todo su proyecto.