- Ir a visitar al recién estrenado Niño Neptuno en la peña del Camello.
- Hacerte una ruta por todos los murales de Street Art de Santander.
- Alquilar una piragua en el balneario de la Magdalena y darte una vuelta por la bahía.
- Coger la Pedreñera e ir al Puntal.
- Sentir el arte en la nueva exposición del Centro Botín, ‘Amigos’ de Martin Creed.
- Comerte unas rabas con un blanco o un vermut.
- Ir de tiendas por el centro y Hernan Cortés, el soho santanderino.
- Estrenar la playa y pegarte el primer baño de la temporada.
- Ver los tejados de Santander desde el funicular del Río de la Pila.
- Vivir la Semana Santa desde la espiritualidad de las procesiones.
- Cazar amaneceres y si tienes suerte encontrarte a El Tomavistas y que te regale una foto.
- Salir de vinos por Cañadío o por el Barrio Pesquero o por La Cañía…
- Adentrarte en el pasado de Santander visitando el refugio antiaéreo, las murallas, el centro de interpretación de historia de la ciudad.
- Pasear por la senda costera desde el Faro hasta La Maruca y dejar que tus pensamientos vuelen.
- Entrar en el Palacio de la Magdalena, lugar de Reyes.
- Hacer surf si el Cantábrico tiene algún día peleón.
- Ver Santander desde otro punto de vista subiendo la peña de Peñacastillo.
- Dar un curso de vela en la bahía más bonita del mundo.
- Ir a avistar pájaros al parque de las Llamas.
- Ver verdear al árbol más grande de Santander situado en el parque de Mataleñas.
- Ver la bahía desde el puerto deportivo de Raos.
- Visitar las nuevas esculturas de Miró de los Jardines de Pereda.
- Tirar unas bolas en el campo de golf de Mataleñas.
- Sentarte a mirar la inmensidad del Cantábrico desde Cabo Mayor y Cabo Menor y después dar una vuelta por la senda de Mataleñas.
- Dar una vuelta por el mercado de la Esperanza y quedarte boquiabierto con el pescado fresco que tenemos en Santander.
- Hacerte unas fotos con los raqueros.
- Ver las profundidades del mar y su fauna desde el Museo Marítimo.
- Estrenar las escaleras mecánicas del Gurugú.
- Dar un paseo por la alameda de Oviedo.
- Comer un perrito o unos churros en la plaza de Pombo.
- Visitar el centro de interpretación del litoral de La Maruca.
- Echarte una siesta en la Duna de Zaera.
- Imaginar nuestro pasado marítimo desde el Dique de Gamazo.
- Practicar el recogimiento en el claustro de la Catedral.
- Acercarte a Casyc a ver la exposición Aqua.
- Mirar al Sardinero desde los Jardines de Piquío, ese lugar tan especial de la ciudad.
- Ir a ver cómo dan de comer a las focas y los pingüinos de la Magdalena.
- Ver pasar los barcos y mirar hacia Peña Cabarga y a los montes de Soba y ser consciente del privilegio de tener esas vistas.
- Adentrarte en la prehistoria visitando el MUPAC.
- Acercarte al faro y visitar su centro de Arte.
- Subir al autobús turístico para hacer una ruta con comodidad por la ciudad.
- … Cuéntanos el tuyo.