Hay gente que desde Cantabria transforma el mundo y que da nuevas oportunidades a territorios que no lo tienen nada fácil. Esta semana hemos conocido a ADEC, una ONG que tiene patas en Cantabria y Camerún, y que está construyendo en el país africano ‘La Casa de la Oportunidad’, un centro de acogida para niños abandonados o sin recursos en Melong II, población situada en el centro del país de casi 40.000 habitantes, de los que más de la mitad tiene menos de 14 años.
Es un proyecto co-financiado por el Gobierno de Cantabria e impulsado por Rolande Martine Tiewessie, una mujer camerunesa que vivió y se educó en un orfanato hasta los 23 años y cuyo sueño, desde que llegó a Cantabria, fue crear un lugar en el que los niños más pobres de Melong II, su pueblo natal, pudieran tener la oportunidad de crecer felizmente. Rolande, con el apoyo de un grupo de soñadores cántabros, creó ADEC Cantabria y ADEC Camerún y a través de estas ONGs está impulsando el cambio en su pueblo.
El proyecto consiste en acondicionar un terreno ya adquirido por ADEC, dotándolo de las infraestructuras básicas necesarias (agua, caminos, energía…) para ubicar un conjunto de edificios, que dispondrán de aulas y servicios para albergar y educar a 40 niños. Además del edificio, el proyecto completo prevé la puesta en marcha de una explotación agrícola y de una granja para el sostenimiento del orfanato.
Este viernes, 14 de julio, se celebra un concierto de Capella Mallorquina a las 20 horas en el paraninfo de las Llamas de la UIMP para recaudar fondos. El sábado, 15 de julio, será en Torrelavega, a las 21 horas en la parroquia de la Asunción. Además de música de las isla Baleares, cantarán obras de Dvorak o Beethoven.
ADEC trabaja para introducir principios como la igualdad de oportunidades, la no discriminación o la sostenibilidad, pero fundamentalmente para superar el sentimiento de conformismo y la falta de ilusión en un futuro próspero que se observa en muchos niños y jóvenes cameruneses. Es un estímulo de desarrollo a través de acciones educativas y culturales. La ‘Casa de la Oportunidad’ puede ser un modelo para evitar que los jóvenes con capacidad de progresar no acaben integrando las enormes bolsas de pobreza en las grandes ciudades.
Si te sientes identificado con el propósito y los valores de ADEC puedes formar parte de la asociación. Todos los nuevos socios son bienvenidos.