Así vivía el Marqués de Valdecilla. Un paseo por su finca y su Casa Blanca

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marques-valdecilla-casa-blanca Todos tenemos en mente al Marqués de Valdecilla por su gran legado. El hospital santanderino que cuida por la salud de todos los cántabros. La de mecenas fue una de sus facetas, la de empresario de éxito e indiano es la que se puede explorar visitando la finca y la casa donde pasó sus últimos años de vida. Ramón Pelayo de la Torriente, nombre original del marqués, viajó a Cuba con 14 años, hizo carrera como importante industrial del azúcar y tuve un fuerte interés por los avances técnicos en la industria.

La finca, de 15 hectáreas, está en su pueblo natal, en Valdecilla y merece la pena pasar una tarde en ella. Tiene un gran jardín y seis edificaciones construidas entre los siglos XIX e inicios del XX. La Casa Blanca, la que fue su vivienda, aloja un museo sobre su figura. El visitante también puede ver La Casuca y la Casa San Rafael, dos viviendas recuperadas que muestran las estancias y decoración de la primera mitad del siglo XX. Completan el conjunto La Solana, una típica casa de arquitectura popular montañesa, El Garaje, las antiguas cocheras hoy reconvertidas en aulas para actividades formativas o La Cabaña, las antiguas cuadras que actualmente son unas instalaciones ocupadas por la escuela taller de Medio Cudeyo.

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