Los nueve lugares más recónditos de la península de la Magdalena

La península de la Magdalena todavía tiene secretos guardados. Las 25 hectáreas que componen el istmo dan para mucho y salirse de la carretera principal que bordea la costa depara sorpresas. Os enseñamos en este post la Magdalena más recóndita, la que muchas mañanas recorremos cuando nos acercamos a fotografiar uno de los amaneceres más bonitos de Santander.

  • La Rosa de los Vientos. Este pequeño estanque es lo que queda de una instalación temporal, firmada por el austriaco Adolfo Shlosser en 1988. En julio de ese año, la Magdalena se llenó de esculturas debido a un concurso convocado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Algunas, como La Tela de Araña y El Coloso se conservan en perfecto estado. A primera hora de la mañana en este estanque secreto suele haber un grupo de patos pegándose el primer baño del día.

  • Los que paseáis habitualmente por la península de la Magdalena seguro que os habéis encontrado con árboles caídos que ahora son esculturas y misteriosas caras que surgen de algunos de los troncos. Rogelio Verdeja, trabajador de Parques y Jardines, es el autor de tan curiosas estampas.

  • La antigua caseta de los prácticos del Puerto. En esta pequeña edificación, que tiene pintados una especie de frescos en el exterior, estuvo situada la caseta de los prácticos del Puerto de Santander. Las vistas hacia el Sardinero desde este punto son inmensas.

  • El antiguo campo de cricket. Fresnos, olmos, eucaliptos y pinos a derecha e izquierda. Estamos en una pequeña explanada, lo que queda un de antiguo campo de cricket, utilizado por la realeza a principios del siglo XX. A nuestra espalda, el palacio.

  • El medidor de mareas de la bahía de Santander. Mareógrafo es su nombre técnico y según, el Instituto Geográfico Nacional, es un registrador que mide los niveles momentáneos que experimenta la superficie del mar, considerando ésta como una lámina de agua cuando está exenta de oleaje. Hasta la llegada de la tecnología digital moderna, la información se recogía en gráficas de papel que detallaban la altura del nivel del mar cada diez minutos. El primer mareógrafo de España se construyó en Alicante en 1874. El segundo, en Santander.

  • Barandillas con fósiles incrustados. La mayor parte de las rocas que forman la península de la Magdalena están compuestas por organismos constructores de arrecifes. Por antiguos seres vivos que ahora toman forma de fósiles. Aquí os presentamos a uno de ellos. Si eres aventurero ponte a buscar sobre superficies rocosas de la costa norte del paraninfo porque seguro que encontrarás más de uno. Aconsejamos ir con lupa y no perder la paciencia porque suelen estar fragmentados y un poco deformados. Toparás con especies diversas como los lamelibranquios, gasterópodos, equínidos, braquiópodos, coralarios y gran número de microfósiles, entre ellos diversas especies de orbitolinas. Es un plan bien entretenido y gratuito.

  • El acueducto de la Magdalena. Para abastecer de agua al palacio de la Magdalena se construyó un pequeño acueducto con pilares y arcos de ladrillo sobre el que discurre una tubería de hierro que hoy está camuflado entre la vegetación.

  • La batería de Sandoval. Se edificó sobre una batería anterior llamada Santiago de la Peña. Fue una de las cuatro que había en la península para proteger Santander de los ataques de los enemigos.

  • Un monumento en memoria de los que pierden la memoria. Es obra de Los Dobles, grupo compuesto por Raúl Hevia y Antonio Díaz Grande, que en 2011, dentro del Festival de Arte urbano multidisciplinar de Santander, repartieron cuatro figuras minimalistas por diferentes rincones de la ciudad para hacernos reflexionar sobre la escultura pública, su función, su elección, su ubicación, su conveniencia, y plantearnos si realmente tienen algún sentido algunas de las obras que pueblan la ciudad.

Para los que os apetezca un paseo por los lugares más conocidos, pero que queráis profundizar en la historia de ellos, el Ayuntamiento de Santander acaba de editar un nuevo plano. Aquí lo puedes consultar y descargar en formato PDF.

Y los que queráis daros un paseo por el interior del palacio, que es espectacular, sólo tenéis que pinchar aquí. Hay visitas guiadas a las que os podéis apuntar que merecen muchísimo la pena.