La semana pasada publicamos en Instagram la foto con la que nació El Tomavistas de Santander, la foto de la primera publicación y @ennswan nos dejó este comentario. “Justo ese año y ese mismo mes aterricé yo en Santander buscando el norte, mi norte. Uno de esos viajes sola que acostumbro hacer para no olvidarme de quien soy, de quién soy. Durante aquella estancia, especialmente intensa por diversos motivos, descubrí como siempre que viajo sola cosas de mí misma que no soy capaz de ver si estoy en compañía. Cada lugar y cada circunstancia te provocan y te hacen reaccionar en uno u otro sentido. Santander me cautivó. Su bahía tan especial, su mar metido en la ciudad, su tránsito marítimo como un habitante más, su playa como si fuera una calle, un parque, un polideportivo, su paisaje urbano en transformación. Mis largas caminatas descubrieron muchas cosas más. Nunca he expresado con calma los motivos de mi atracción por Santander, supongo que algún día lo haré. Al irme busqué en Internet con la esperanza de encontrar un nexo diario que me mantuviera al tanto de esa ciudad. Un blog, una webcam, una conversación, un buenos días, un buenas noches, como ese amor al otro lado con el que conversas cada día y te da paz. Y apareció esa foto de Miguel y su Tomavistas, esa foto que no sé si la habéis visto bien… 💣💘😍 Todo lo que yo veía y sentía de Santander estaba ahí, en los ojos de Miguel. Desde entonces cada día sin excepción sigo sus andanzas, que no han sido pocas, y sigo estando ahí aunque físicamente no esté. Tengo mucho que agradecer a Miguel, y a Eva. Ellos no lo saben pero su ilusión y dedicación en ese blog, tuiter, IG son parte fundamental de mis aportes diarios. Así que gracias a El Tomavistas de Santander por haberme acompañado desde ese día. G r a c i a s ❤”.
Son cosas como estas las que nos dan energía para seguir haciendo todos los días El Tomavistas de Santander. Gracias a todos por estar ahí y por darnos tanto cariño y felicidad.