Ayer estuvimos en el Palacio de la Magdalena recibiendo el premio Ejecutivos. Recoger un galardón como éste te llena de alegría y es una buena oportunidad para daros las gracias, porque sin todas las personas que nos seguís hubiese sido imposible tener este reconocimiento. ¡Muchas gracias, de corazón, a todos!
Momentos como éste también te invitan a reflexionar y a pensar cómo hemos llegado hasta aquí. Comparto algunas ideas:
- El cambio viene de abajo a arriba, ahora más que nunca. El Tomavistas es un claro ejemplo de empoderamiento tecnológico. La historia de un jubilado que le echa chispas a un Ipad y de su hija, que vive en Barcelona. Con pasión, mucha exploración y disciplina hemos conseguido llevar a Cantabria a medio mundo y también a las pantallas de televisión de miles de hogares españoles, gracias a programas como El Tiempo de Antena 3 y Aquí la tierra de TVE, de los que somos habituales. El impacto que tiene mi trabajo y el tiempo libre de mi padre, sólo dos personas, es tremendo.
- La colaboración es fundamental si quieres llegar más lejos. A donde nosotros no llegamos, llegan muchos de nuestros lectores que nos ceden fotos y videos. Sus contenidos multiplican su audiencia gracias a la enorme comunidad de El Tomavistas. Todos ganamos. También las administraciones públicas y empresas privadas que nos apoyan, que se asocian con un proyecto que tiene un propósito muy ligado a los intereses de todos los cántabros: poner en valor la belleza que tiene la región y el empuje de todas sus gentes. Son tiempos de colaborar y no de competir. Nuevos paradigmas, para nuevos tiempos.
- Debemos conservar nuestros paisajes tal y como están. A diario vemos cómo nuestras montañas, nuestra costa, nuestras rías, nuestros pueblos… levantan la admiración de muchos. Las fotos y videos que publicamos en El Tomavistas dan ganas de visitar Cantabria porque el escenario que tenemos es de impresión y así nos lo dicen nuestros lectores. Es vital que conservemos nuestros paisajes tal y cómo están, que no toquemos nuestra esencia. Es una suerte vivir en esta tierra y es nuestro deber conservarla para que la disfruten futuras generaciones.