La bolera de El Verdoso es un oasis agazapado tras los altos edificios de la calle Vargas. Subes unas escaleras, giras a la izquierda y te topas con ella. Te sientas en una de las sillas de las gradas, al sol, y te tomas un blanco de los que venden en la Peña Bolística La Carmencita. Si te apetece acaricias a los gatos que han hecho de ella su casa. Bueno, si se dejan. Ves pasar a los gorriones que pasan a la velocidad de un caza. O echas una charla con el que acaba de cepillar la caja. La ha dejado niquelada. El run run de los coches se queda en la lejanía. También la velocidad de la ciudad.
Si buscas post por municipios
Y si lo prefieres por fechas
Bájate los ebooks
Lo más visto
- Cuatro Caminos cuando el túnel todavía no se había construido
- Los caminos históricos del Valle del Nansa
- Has pasado por aquí
- El árbol tatuado que puedes pisar
- ¿Lo conseguirá Laura?
- Ayer nos hizo una visita
- Puertochico en una mañana primaveral
- Cuatro Caminos en los años 60
- Por la calle Calvo Sotelo
- Busca las mil diferencias. La plaza de toros y Cuatro caminos en los 50 y en la actualidad