Tinas de Pechón, para escaparse del mundo en un hotel moderno, discreto y de trato familiar

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Magdalena y Patricia (sentadas en la foto) son madre e hija. De Pechón. Ese capricho de la naturaleza situado entre Tina Menor y Tina Mayor, donde el verde se encuentra con el Cantábrico en bellos acantilados y el río Nansa y el Deva abrazan la mar.

En su pueblo -¿para qué ir más lejos?- comenzaron hace 24 años su andadura empresarial. Primero con el Hotel Don Pablo, después con la Casona del Nansa -situada muy cerca de la cueva del Soplao- y hace tan sólo cinco años con el Tinas de Pechón, un hotel de diseño absolutamente moderno y trato del de toda la vida. Luz (de pie en la foto), adjunta a dirección, nos cuenta que el servicio personalizado al cliente es lo que les apasiona. “Nada nos hace más ilusión que encontrarnos cada año con gente que repite en nuestra casa. Eso quiere decir que con nosotros disfrutan y eso es lo que nos hace plenamente felices”.

Tinas de Pechón no es solamente un lugar donde dormir. La experiencia que ofrece el hotel va mucho más allá. Tienen un restaurante con una carta moderna que transita entre tatakis, hamburguesas, tacos mexicanos o delicias de pescado de la zona; dispone de una zona chill out totalmente acristalada en la que tomarse unos buenos cocktails, con los mojitos y los gin tonics, que sirven con hielos azules, como estrellas de la casa; hay WI-FI gratuito en todo el establecimiento; tienen bicicletas en alquiler para darse paseos por la zona y organizan visitas guiadas y actividades de aventura. ¡Ah! y todas las habitaciones tienen una pequeña cocina. Ideal para días de playa. Servicio, servicio y más servicio al cliente.

La clave del éxito, dice Magdalena, es la obsesión por el trabajo bien hecho. Y somos testigos de ello. Nos enseña todas las habitaciones del hotel y en cada una de ellas repasa la cama y los cojines -le gustan con los picos para arriba- y corrige hasta el mínimo detalle que no está a su gusto. Ella es la encargada de que todo esté pulcro e impecable y de que las flores del exterior luzcan bien bonitas. “El mantenimiento, nos dice, es algo fundamental para que los hoteles no se queden viejos. Eso lo trabaja otro de mis hijos, Jorge es el que hace que todo funcione a la perfección. Patricia es la de los números, el márketing y la de la gestión del día a día junto con Luz y el mayor, Pablo, es el que busca nuevas oportunidades de negocio. Es el más emprendedor, un hombre que busca retos”. El de este año es abrir una nueva linea de negocio. La del turismo de reuniones y pequeñas convenciones. Ejecutivos que busquen discreción en sus encuentros, Tinas de Pechón es una apuesta segura. El pueblo sólo tiene 200 habitantes.

Tinas de Pechón abre los fines de semana, puentes, Semana Santa y todo el verano. Un lugar discreto, donde reina la calma y todo está al alcance de la mano. Pegado a Asturias y a tiro de piedra de San Vicente, Comillas, Santillana o Potes. Un lugar inmejorable para desconectar del mundo.

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