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Pasar una noche de verano durmiendo en el Centro Botín por 250 euros

Esto sí que es turismo de experiencia. Pasar una noche en una de las salas del Centro Botín probando de primera mano una de las obras de Carsten Höller, la ‘Elevator Bed’ o Cama Ascensor que creó en 2010.

Es una cama redonda que se puede elevar hasta 3,5 metros por encima del suelo y que está equipada con las comodidades de una habitación de hotel de lujo en la que el visitante, junto a un acompañante, podrá dormir con vistas a la bahía de Santander por un precio que oscila entre 250 y 350 euros. La reserva corre a cuenta del Hotel Real y se puede hacer aquí.

La pareja de huéspedes también podrá hacer uso de la obra ‘High Psycho Tank’ (2014) situada en la misma sala. Es un tanque lleno de agua saturada de sal de Epsom, que se mantiene de manera constante a la temperatura del cuerpo. Se flota con facilidad, por lo que llegar a un estado pleno de relajación es sencillo. También contarán con la pasta de dientes ‘Insensatus’, creada específicamente por el mismo autor.

La fantasía de dormir en un centro de arte fue lo que motivó a Carsten Höller a concebir una serie de camas que han sido instaladas en diferentes museos del mundo.

La ‘Elevator Bed’ estará disponible hasta el 9 de septiembre.

Vista aérea de Reina Victoria cuando quedaban ‘praos’ sin construir

reina-victoria-vista-aerea-santander Mucha superficie verde había en la ladera de Reina Victoria cuando se disparó esta foto. La zona del actual museo Marítimo también estaba virgen. Un poco de relleno y una pequeña edificación donde hoy está el club de tiro. Se ve el hotel Real, el colegio de las Esclavas, la horadada, las torres del casino y del Rhin. Es bonito pasear con la mirada por el Santander de antes. Gracias a Javier González de Riancho por compartir esta foto con los lectores de El Tomavistas de Santander.

La segunda del Sardinero desde el sendero de Mataleñas en 1924

segunda-playa-del-sardinero-1924El Sardinero era el lugar de moda de las clases pudientes españolas a principios del siglo XX. El rey Alfonso XIII trasladó su residencia estival al palacio de la Magdalena en 1913 y en 1917 se inauguró el hotel Real, un establecimiento de primera categoría destinado al disfrute de los que visitaban la zona balnearia de Santander. Por lo que muestra esta imagen que nos regala Cantabria y Santander en el recuerdo todo se concentró en la Primera del Sardinero, porque en esta vista de la Segunda se ve una playa con pocos bañistas y un sinfin de ‘praus’ alrededor. Santander, que por aquel entonces tenía unos 75.000 residentes, no había comenzado a explotar esta zona de la ciudad.