Con marea baja y de espaldas al sol… Para los dormilones y los trasnochadores.
gran casino del sardinero
El Casino y el hotel Sardinero, de juguete desde las alturas
El triángulo mágico del Sardinero visto desde un ‘drone’ parece una instalación de juguete. Dan ganas de meter la mano y empujar a los coches por la carretera. Gracias a Fernando Moro y a su web desdeotropuntodevista por compartir esta foto con los lectores de El Tomavistas de Santander.
Día de ver la vida tras los cristales
Vista aérea de Reina Victoria cuando quedaban ‘praos’ sin construir
Mucha superficie verde había en la ladera de Reina Victoria cuando se disparó esta foto. La zona del actual museo Marítimo también estaba virgen. Un poco de relleno y una pequeña edificación donde hoy está el club de tiro. Se ve el hotel Real, el colegio de las Esclavas, la horadada, las torres del casino y del Rhin. Es bonito pasear con la mirada por el Santander de antes. Gracias a Javier González de Riancho por compartir esta foto con los lectores de El Tomavistas de Santander.
Los tres bastiones del Sardinero
Curiosidades. El hotel Sardinero, el casino y los bajos del Rhin fueron los equipamientos que dieron glamour al Santander de finales del siglo XIX. Todavía lo siguen haciendo. El ideólogo del complejo turístico fue Juan Pombo Conejo. Él creó el balneario que llenó de bañeras para tomar las aguas marinas con algas de cara al mar; impulsó el casino que hoy conocemos; y el Gran Hotel, hoy bautizado como Sardinero. Y como además era un visionario puso una oficina de información turística en el centro para publicitar todas las actividades del nuevo barrio. Un adelantado a su tiempo.
Nubonas en el Sardinero
El casino del Sardinero pasado por agua
El Gran Casino del Sardinero un domingo cualquiera
Magnífico ambiente hay en los alrededores del Gran Casino del Sardinero en esta imagen que nos cede Cantabria y Santander en el recuerdo. Familias paseando por la plaza del Pañuelo (ahora plaza de Italia), grupos de amigos saliendo de los bajos de la Primera del Sardinero y todos la mar de elegantes. Vestidos de domingo.