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Nos vamos de Camino de Santiago por Cantabria. 4ª etapa: Colindres-Güemes

Vamos a por la cuarta etapa del Camino de Santiago por Cantabria, la que une Colindres con Güemes. Es una etapa larga, de unos 40 kilómetros, que nos llevará más de siete horas de tiempo. Hemos elegido el camino terrestre que está accesible todo el año. En temporada de primavera-verano-otoño podríamos partir también desde Santoña porque habríamos acabado la tercera etapa en esa localidad después de haber tomado una lancha desde El Puntal de Laredo. En invierno no hay servicio marítimo.

Recorreremos Colindres, Treto, Cicero, Gama, Escalante, Argoños, Helgueras, Noja, Soano, Isla, Bareyo, Meruelo y Güemes. En muchas de estas localidades nos encontraremos con casonas y palacios barrocos, blasones de quitar el sentido y viviendas en hilera con balconadas de madera pintada.

¿Qué tenemos que ver para sacar el máximo partido a esta zona del camino?

  • Colindres.
    • En la parte antigua se conservan casas solariegas blasonadas de la nobleza de antaño muchas de ellas restauradas, otras en ruinas. La casa de los Agüero, la de Gil de la redonda, la casa del mazo y la casa de los Cachupines o de Villota son algunas de ellas.
    • El Palacio del Infantado o del Condestable está ruinas desde una incursión de corsarios franceses en la zona en el año 1639, aunque casi toda su estructura exterior está en pie.
    • La Iglesia de San Juan construida en el siglo XVI consta de una sola nave ábside poligonal. En la cubierta de crucería se encuentra un retablo romanista del primer tercio del siglo XVII, con esculturas y relieves en sus tres pisos y cinco calles. Además, hay otros dos retablos de la época y cuatro capillas a los lados de la nave.
  • Treto.
    • El puente de Treto. Comenzó a construirse en 1897 y se inauguró en 1905. Tiene una longitud de 200 metros y consta de tres estructuras. La más cercana a Colindres giraba sobre sí misma con el fin de facilitar el tráfico marítimo hacia el antiguo puerto fluvial de Limpias. Lo proyectó Eduardo Miera, inspirado en la escuela de Gustave Eiffel.
  • Cicero.
    • Hay que acercarse a la Marisma de la Saca, en la Reserva Natural de las Marismas de Santoña, para ver pájaros y un magnífico paisaje.  Cicero tiene casonas del siglo XVIII, la iglesia de San Pelayo y la capilla de Nuestra Señora de Gracia.
    • Palacio y capilla de Rugama o casona del Carmen. Situada en Bárcena de Cicero es una típica casa palacio cántabra, con todos sus elementos intactos: portalada, torre, casa, capilla y escudo de la familia en cada uno de ellos.
  • Gama.
    • Cuenta con un importante patrimonio artístico, sobre todo, en arquitectura civil, por sus casonas y palacios barrocos, además de la ermita de San Roque de mediados del XVIII y la iglesia de Santa María de Gama.
    • Aquí se encuentra un albergue de peregrinos.
  • Escalante.
    • Pasear por la calles de Escalante merece la pena por sí sólo.
    • Convento de las Clarisas. Data de principios del siglo XVII y guarda la imagen de una curiosa advocación mariana, la llamada Virgen de la Cama, realizada a mediados del siglo XVI y patrona de la localidad.
    • Molino de marea de Cerroja, considerado el más antiguo de España. Está datado en 1047.
  • Argoños.
    • El conjunto de viviendas populares en hilera con balcones de madera pintada que son típicas de la zona de Trasmiera y que se conservan en el barrio de Ancillo. Datan de finales del XVIII y principios del XIX.
    • El molino de marea de Jado.
  • Noja.
    • Las playas del Ris y del Trengandín. La bajamar descubre poco a poco negras y afiladas rocas, como menhires prehistóricos que apuntan contra el cielo, formando un inconfundible paisaje lunar.
    • Casonas y palacios civiles. A la entrada de Noja está la conocida como la casa de la Torre, con magníficos escudos barrocos. Siguiendo el barrio Pedroso por la calle de los Pinares, está la casona de Assas, cuya entrada está flanqueada por una magnífica arboleda. El Palacio de los Marqueses de Albaicín,  actual casa de cultura de Noja, la casa de los Garnica, en el barrio de Pedroso, que cuenta con magnífica portalada,  la Casa palacio del Carmen, entre los barrios de Fonegra y Cabanzo y la casa de don Manuel Morales también merecen una visita.
    • Aquí se encuentra un albergue de peregrinos.
  • Soano e Isla.
    • Se pasa por estos dos pueblos en una variante del Camino reconocida por la Unesco, pero que es poco transitada por los peregrinos porque apenas sale en las guías. En Isla la Iglesia de San Julián y Santa Basilisa y el Palacio de los Condes de Isla-Fernández son dignos de mención.
  • Meruelo.
    • En San Miguel de Meruelo hay gran variedad de casonas con heráldicas en sus fachadas. Buenos ejemplos son la casa del obispo de Osuna o de Agüera, levantada en el siglo XIX, o la del Mazo, fechada en el XVII y adornada por un espléndido escudo de los Mazo y Calderón de la Barca.
    • Aquí se encuentra un albergue de peregrinos.
  • Bareyo.
    • El molino de la Venera. Construido en 1753 es uno de los escasos molinos mixtos de río y de marea. Está casi en perfecto estado.
    • Iglesia de Santa Maria de Bareyo. Es uno de los templos más destacados del románico en Cantabria. Destacan sus proporciones monumentales. Su planta se estructura en una sola nave, ábside y pseudo crucero.
  • Güemes.
    • La ermita de San Julián. Es una humilde construcción de estilo románico en su origen, reformada en el periodo gótico. Tuvo funciones de hospital para peregrinos del Camino de Santiago hasta el siglo XIX.
    • El albergue de peregrinos de Güemes es uno de los más emblemáticos del Camino de Santiago, por su espíritu de servicio e impulso humanitario.

En el próximo capítulo caminaremos entre Güemes y Santander. Atentos a sus pantallas.

El video de este post fue realizado por la empresa Trevol Audiovisual. Realización e imagen de J.R. Glez. Soutullo y guión y locución de Ana Martín Zurdo.

La visita virtual por todas las iglesias del Camino fue realizado por la empresa Semarac.