¿Todavía no tienes plan para este verano? Hazte la maleta y ven a Comillas. ¡A qué esperas! Mira qué paisaje.
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Aparcarás la rutina, dejarás de lado el stress y pasarás un rato de tu vida en un pueblo enclavado en la naturaleza pura y poblada por gentes de buen corazón.
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Visitarás El Capricho, un chalet de veraneo que encargó Máximo Díaz de Quijano, un indiano enriquecido en América, a Antoni Gaudí en 1883. Es una de las primeras obras del genial arquitecto catalán.
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Te pegarás unos coles (así es como los cántabros le decimos a los baños) en la playa de Comillas que, como mucho, está a cinco minutos andando de cualquier parte del pueblo.
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Sentirás que eres un actor y que formas parte de escenas de películas como Primos, Sexykiller, Werther… porque un total de 21 films se han rodado en el municipio. ¿Recuerdas la escena de Bo Dereck a caballo en la película Bolero? Se grabó en la playa de Oyambre, a pocos kilómetros de Comillas. Aquí tienes una guía para que hagas la ruta del cine por Comillas.
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Te gustará estar en el centro de Comillas, con sus casonas cántabras, sus corros (donde antes se jugaba a los bolos y se bailaba al ritmo de las panderetas) y caminar sobre el empedrado que pisaron unas cuantas generaciones de atrás. Y comprar en sus tiendas cuquis.
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Pensarás que eres un marques cuando estés en las estancias del Palacio de Sobrellano.
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Visitarás uno de los cementerios más impresionantes de España proyectado por Luis Doménech y Muntaner y que está plagado de elementos pintorescos.
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Pensarás que Harry Potter estudió en Comillas, cuando te acerques a la Universidad Pontificia.
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Te quedarás boquiabierto con el poderío de muchas de las villas de indianos que tiene Comillas.
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Verás cómo el Cantábrico se traga al sol en los magníficos atardeceres que se pueden ver desde el mirador de la Corneja, donde está situado uno de los mejores bancos de madera de la región.
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Te echarás unos blancos y unas rabas, comerás pescados de primera y marisco y carne de Cantabria en los infinitos bares y restaurantes que hay en Comillas. Aquí tienes una lista.
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Bajarás los atracones dando un paseo por uno de los puertos pesqueros más singulares del Cantábrico con un acceso de solo nueve metros de anchura que cierran con una compuerta de vigas de madera cuando hay mareas fuertes o resacas.
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O haciendo alguna excursión por el monte Corona, que con 300 metros de desnivel y buenas pistas está adaptado a todos los públicos.
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En el Centro Cultural El Espolón llenarás el alma de arte. Es el lugar donde se organizan exposiciones y todo tipo de actuaciones culturales durante el verano comillano.
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Podrás acercarte a La Rabia a ver la cantidad de aves acuáticas que hay en la zona. Diecisiete especies utilizan estas fértiles aguas para alimentarse y descansar. El ánade real, la cerceta común y el cormorán grande son habituales.
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Te contarán la historia de El Pájaro Amarillo, el primer vuelo transoceánico entre Norteamérica y España que, por falta de gasolina, aterrizó en la playa de Oyambre, junto a Comillas en 1929. Y en Oyambre podrás cabalgar olas de gran calidad para hacer surf.
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Podrás charlar con un montón de peregrinos que recorren la ruta norte del Camino de Santiago y compartir las experiencias del Camino.
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Alquilarás una bici y harás la ruta que une Comillas con San Vicente de la Barquera por la costa. Pedalearás por una de las carreteras más bonitas de Cantabria.
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¡Ah! y tienes muchas probabilidades de que te encuentres con El Tomavistas y que te regale la foto que te acaba de hacer en directo porque nosotros somos muy de Comillas.
