Visitar la Neocueva de Altamira y que tengas la suerte de poder entrar en la cueva original

Altamira, la cueva primero y el museo después, están muy apegados a la familia Miguélez. Mis padres visitaron en su niñez varias veces el lugar. Mi padre, el día de su Primera Comunión (eso es un regalo y lo demás es cuento) y mi madre, al menos, en un par de ocasiones con tita Rosita que lleva toda la vida viviendo en Santillana y algún que otro enchufe tenía cuando las visitas se empezaron a regular. Recuerda que en una de ellas el guía les llevó a una parte de la cueva casi inaccesible a la que llegaron reptando. Los dos cuentan que la experiencia es excepcional. Mirar con tus propios ojos los famosos bisontes que unos cántabros pintaron hace miles de años debe de dar escalofríos.

Yo no he tenido tanta fortuna como mi familia y me he tenido que conformar, por el momento, con la Neocueva que, por cierto, está muy bien.  Presenta Altamira tal y como era entre hace 35.000 y 13.000 años, cuando la habitaron distintos grupos de cazadores recolectores. Es una reproducción tridimensional, rigurosa y exacta, basada en el conocimiento científico y realizada con la más moderna tecnología.

Y digo por el momento porque todos los viernes entre los visitantes de la Neocueva se sortea una visita para cinco personas a la cueva original, de 37 minutos de duración, bajo un estricto protocolo de indumentaria e iluminación, y con un recorrido y tiempos de permanencia definidos para cada zona de la cueva. Altamira son bisontes, caballos, ciervos, manos y misteriosos signos que fueron pintados o grabados a lo largo de los más de 270 metros que tiene la cueva. Los días y condiciones del sorteo pueden sufrir variaciones así que os dejamos aquí toda la información actualizada.

El museo se completa con la exposición permanente titulada ‘Los tiempos de Altamira’ en la que se repasa la historia del descubrimiento de la cueva por Marcelino Sanz de Sautuola y también cómo vivían sus habitantes en el Paleolítico Superior a través recreaciones, películas, escenografías, dibujos animados y la mejor colección arqueológica de este período, con más de 400 objetos originales. Además tienen una agenda de actividades culturales y exposiciones temporales durante todo el año que dan mucha vida al museo. Aquí podéis consultar todas ellas.

La Neocueva está adaptada a todo tipo de visitantes. A particulares, grupos, alumnos de colegios, personas sordas, investigadores… todos tienen su sitio en Altamira. Las entradas anticipadas se pueden comprar en toda la red de oficinas del Banco de Santander, a través de su banca online o en cajeros 4B.

Y cuando acabéis la visita os podéis acercar a Santillana del Mar, uno de los pueblos más bonitos de Cantabria. Comer un chocolate con churros en su Parador Nacional, visitar su colegiata del siglo XII, pasear por sus calles empedradas, admirar los claveles del aire… Un montón de planes para pasar un día de lo más entretenido.

 

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