¡Qué rincones tiene Cantabria! Hoy os descubrimos las cascadas de Lamiña. Para llegar hasta ellas lo mejor es aparcar en Barcenillas, muy cerca de Ruente. Después de dar una vuelta por el pueblo nos adentramos por una pista central paralela al río y después sólo hay que seguir los carteles indicadores. En la ruta caminamos entre prados y bosque de ribera, en el que abundan los avellanos, castaños y servales. Una gozada, vaya. En la zona hay corzos, ciervos, jabalíes y aves como el busardo ratonero, pinzones, petirrojos y hasta pájaros carpinteros. Id con los ojos bien abiertos por si os encontráis alguno. Es un gran plan para cualquier día porque es una ruta corta de apenas 9 kilómetros entre la ida y la vuelta. Aquí os dejamos un plano por si os animáis. Gracias Antonio Ruiz por estas fotos. Con tu generosidad El Tomavistas de Santander gana en calidad.
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