Entrar en el balneario de las Caldas del Besaya es cambiar de época

balneario-las-caldas-besaya-fachada La atmósfera que rodea al balneario de las Caldas del Besaya tiene un no sé qué que te lleva a otros tiempos. Incrustado entre los montes, con el río a la vera y un bosque que parece que te abraza. Sólo la carretera nos recuerda que estamos en el siglo XXI. Y no te digo nada cuando entras en sus instalaciones. Es como regresar al siglo XIX. Ese aura blanca balnearia. Se fundó en 1.826 y por él pasaron insignes mandatarios. La reina Isabel II tomó sus aguas en 1.867 y cantantes como Miguel Fleta restablecieron su laringe en Las Caldas. Historiadores aseguran que los romanos utilizaron sus aguas y hay indicios de que los celtas ya lo habían hecho. El balneario tiene siete manantiales que destilan aguas mineromedicinales, cloruradas, bicarbonatadas, sódicas, azoadas y moderadamente radioactivas, con temperaturas de 36,5 º que sirven para tratar reumas, problemas de aparato respiratorio y el sistema circulatorio nervioso.

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